Arrastre detras del vidrio,
la madrugada sombría,
tus caricias se secaron,
entre la negra perfidia,
me di cuenta de tus besos,
que a otros les prometías,
y se me abrieron manando,
de sangre, diez mil heridas.
Me acostumbro a tus ausecias,
soledad impuesta, mi amiga,
que retorna de otros tiempos,
con su tez pálida y fría.
En el hueco de mis manos,
tu mirada sigue viva,
pero va muriendo sola,
la llama en ella encendida.
la madrugada es eterna,
la madrugada me mira,
con los ojos de tu cara,
los que en mi alma sentía .
...
la madrugada sombría,
tus caricias se secaron,
entre la negra perfidia,
me di cuenta de tus besos,
que a otros les prometías,
y se me abrieron manando,
de sangre, diez mil heridas.
Me acostumbro a tus ausecias,
soledad impuesta, mi amiga,
que retorna de otros tiempos,
con su tez pálida y fría.
En el hueco de mis manos,
tu mirada sigue viva,
pero va muriendo sola,
la llama en ella encendida.
la madrugada es eterna,
la madrugada me mira,
con los ojos de tu cara,
los que en mi alma sentía .
...
Deja que amanezca de una vez por todas y aparta de tu vida aquello que te agoniza...
ResponderEliminarUn abrazo querido amigo.
Que bello poema.
ResponderEliminarCómo se puede sufrir tanto? O es ficción. Leyendo en global tu post se deduce que no paras de sufrir, de añorar, altibajos tan obvios que no alcanzamos a comprender si teneis el ánimo tan cambiante o es simple literatura. Poned remedio a tanta carrera de euforia-lamento.
ResponderEliminarLa madrugada que se vuelve una eternidad en aquellos momentos en que nuestra alma llora.
ResponderEliminarHermoso poema.
Abrazos.
Hola, solo paso a saludar y a desearte un feliz inicio de semana.
ResponderEliminarEl amor.. es una sentencia. Pero mas valio amar... asi ahora caiga en la ausencia.
ResponderEliminarMas abrazos :)