VII
Otra tu en mi mirada,
carente del tiempo que consumimos,
abierta a los pronósticos del averno,
sincera como una lágrima...
en la penumbra...
Sella la herida del tiempo,
pellizco de mar y cielo,
distancia sin consuelo,
hambre...
de ti...
VIII
He visto un angel,
he visto un angel y me miró al verle,
aunque sin verle,
porque eras tu...
porque era ella hasta lo inimaginable,
llena de la gracia de las mariposas,
cambiante con los colores de la primavera,
hundida hasta la incertidumbre...
y poblada de besos,
caricias y tonos ausentes...
Reprendo a mi corazón porque
te ama en ella,
y eres tu como cuando te amo,
y eres ella hasta lo inconcreto,
las brisas de asombro,
el viento del crepúsculo...
y un trocito de mi, que a veces no entiendo...
IX
He visto un angel,
he visto un angel y ame en el,
lo que eras tu,
lo que comías en mis adentros,
hambre de tierra y nieve...
los surcos que abrias en mis entrañas,
fabricadas de corazón y sueños...
roturadas por tu lengua, a cada palmo,
a cada sonrisa, mirada o sollozo,
con tus caricias de luna y de madrugada...
X
He visto un Angel,
he visto un angel y por fin eras tu,
morena hasta lo infinito,
mestiza con pechos de sal,
y piel de luna,
te he amado sin saberlo,
como juré que lo haría,
en los momentos en que eras otra,
aunque siempre fueras ese Angel...
ese angel,
que hay en ti...
ese angel,
que hay en ti...