16 ene 2008

No había un instante...


...que no me quedase la mirada presa,
entre la calma y tu beso.

Verso ausente,
rosa franca,
tu espina se clava
con el dolor del cieno
y de la nada.

La oscuridad envuelve,
paladea mi tristeza
con sabor infecundo.

Me impregna los poros
y nacen hierbas negras
alli donde antes
volaban las mariposas.

Ya nunca brillarás,
como antes,
entre mis dedos...

...se rompió una estrella.

Ya bajaste y volviste,
a enseñarme los infiernos...

Otra vez con esta...

...volví a verlos.

8 comentarios:

  1. Anónimo16.1.08

    Una pena grande cuando se rompe una estrella.
    Espinas, oscuridad y hierbajos.
    A veces casi ni recuerda uno los instantes de mirada prisionera entre la calma y el beso.

    Un abrazo.

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  2. Anónimo16.1.08

    que hermoso poema, bravo.

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  3. Anónimo19.1.08

    Muy bonito
    tiene fuerza y una gran belleza.
    Te felicito, escribes muy bien.
    Un abrazo.

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  4. Anónimo22.1.08

    el perfume no engaña.

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  5. Anónimo26.1.08

    A veces, un perfume puede engañarnos y hacernos creer que las hojas arrancadas han vuelto al almanaque.

    Abrazo.

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  6. Anónimo4.2.08

    Se me hace tan rara tu ausencia...

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  7. Anónimo4.2.08

    El dolor es una fruta amarga que mordemos una y otra vez aún sin querer... aún recordando su sabor volvemos a morderla.
    Un saludo y un abrazo... se te echa mucho de menos.

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  8. Anónimo5.2.08

    Sim...por mais leis,por mais avisos, por mais sinais que existam de que vamos viver um pesadelo,interpretamos tudo como sonho...até que,inevitavelmente,acordamos...
    pelo menos em ti brotam sentimentos.
    Outros vao definhando e ficando ocos até existir um enorme NADA a que se segurar.

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