Para cercar tu ausencia,
me basta el sonido de una Ola,
el iris cegador de la pupila del Sol,
o la sonrisa de un niño.
Para cercar tus manos,
me basta con un suspiro de la tarde,
una caricia de nuestras miradas al tocarnos
o la premura de la caida de una hoja,
cuando despierta el otoño.
No cerco tu corazón
pues lo quiero vivo y libre,
libre hasta de las cadenas del cariño,
libre hasta con las cadenas del tiempo,
que a veces nos conoce y nos llama,
nos susurra y nos grita,
nos aturde...
...y nos calma.
Quiero cercar hoy esta mañana
en ese instante,
el instante del tiempo en que eres mia,
cubierta del halo,
que te pinta
como a un cuadro,
en el que habitan mi alma y tu.
me basta el sonido de una Ola,
el iris cegador de la pupila del Sol,
o la sonrisa de un niño.
Para cercar tus manos,
me basta con un suspiro de la tarde,
una caricia de nuestras miradas al tocarnos
o la premura de la caida de una hoja,
cuando despierta el otoño.
No cerco tu corazón
pues lo quiero vivo y libre,
libre hasta de las cadenas del cariño,
libre hasta con las cadenas del tiempo,
que a veces nos conoce y nos llama,
nos susurra y nos grita,
nos aturde...
...y nos calma.
Quiero cercar hoy esta mañana
en ese instante,
el instante del tiempo en que eres mia,
cubierta del halo,
que te pinta
como a un cuadro,
en el que habitan mi alma y tu.
Que bonito!!!
ResponderEliminarDichosa tu musa, mi querido amigo. Una belleza de poema. Besos con diamantes.
ResponderEliminarCercar ausencias, manos, corazones o tiempos compartidos es difícil.
ResponderEliminarTan difícil como que la caricia no hiera o no oprima.
Es asunto de amar sin coartar.
Un abrazo.
Admiro los corazones que aman libres y recuerdan que las buenas almas llevan alas...
ResponderEliminarQue lo que los unio... siempre los siga uniendo.
Mi mas sentido abrazo (doble!)... porque tus letras me han calado muy dentro hoy.
La esencia jamás cambia y tu poesía es cada vez más bella.
ResponderEliminarBesos con diamantes =)