...Me quede en tus ojos negros,
varado, como una barca en la playa de sin nombre...
Fundidos entre palabras, sonrisas y tiempo...
Tiempo fugáz que se derramaba sin término,
entre los dos...
Nunca había hallado tantos motivos
para no encontrar palabras....
mas surgían de lugares recónditos,
y me encontraba con la sorpresa de ti...
Mirándome, desde mi fondo,
como si llevaras alli toda mi vida...
Tan cómodo en el abrigo de tu mirada,
como enfundado en mi vieja chaqueta de piel vuelta.
Acercando latidos, aproximando pronósticos,
dejando que las gotas de lluvia recorrieran
nuestras manos, como viejas conocidas....
Anatema de un corazón que se busco
en el viento, y se encontro con el tuyo....
Alimentando bosquejos de confidencias
imberbes,
de segundos interminables,
de calidez sin tregua...
Sin sembrar ya recogemos lo que sembraron
nuestras almas de antiguo....
y siendo nuevo...tuvo sabor añejo...
entre tu café y mi cerveza...
En los huecos que dejaron nuestros cuerpos
al irnos...
Y al encontrarnos, donde nos dejamos...
...Alli donde no nos conocíamos...
Extraña y dulce sensación de estar varados en la playa de un amor profundo:
ResponderEliminarpalabras sinceras, sorpresa de otro cuerpo, miradas, encuentros, confidencias...
Bellos recuerdos que ahora son huellas.
Un abrazo.
...Huellas y futuro...ya has escrito el camino hasta llegar a ella...no te perderás.
ResponderEliminarOlimpia.
Qué hermosa historia, Sangre. El sabor agridulce que te deja una historia así de a poco se convierte en un tatuaje imborrable en la piel del alma. Un beso grande para ti.
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