...Porque te echo de menos
se encienden en mi pecho
las heridas azules...
Porque te echo de menos,
te llama la nostalgia,
y se queda la duda
en tu boca de ciruela...
Porque te echo de menos,
las nubes se arremolinan
en mi pelo,
para llover tu risa
que me moja el silencio...
Las canciones en el viento,
los arrullos de los pájaros,
ya no son lo mismo,
porque te echo de menos...
Y la noche estrellada,
con su hielo negro
se vuelve nostalgia,
de tu sombra callada...
Porque te echo de menos,
a todo echo de más,
hasta mis Olas amadas...
Y se cansan en mis dedos,
mis soledades amargas...
Mas quiero echarte de menos
entre mis brazos hambrientos,
con los anuncios de abril
cubrir de soles tu cuerpo...
Porque me echas de menos
seguir amando este sueño,
seguir soñando tu cuerpo...
seguir sintiéndome tuyo
y seguir sintiéndote mía...
Porque te echo de menos...
Inmensa fecundidad de la nostalgia.
ResponderEliminarDel echar de menos salen versos tan hermosos como los tuyos.
Un abrazo
Esta vez...he de reconocer, que sucumbí a los versos, por un leve instante, me perdí en su emopción.
ResponderEliminarQue pronto dejes de echarla de menos.
Olimpia.