...Emigraron de violeta los Barcos,
con palomas blancas al viento frente la Turquía de
los incomprendidos...
La cama de tu lecho se fijo un puerto
entre unas manos que sin querer fueron
las mías...y se llenaron las lágrimas
de vida....
Subí hasta las banderas ondeantes de tus ojos
arrasados,
y cante la canción,
la canción de un olvido anunciado.
la barca de madera cerrada y sucia de algas
llena mi pecho de olor a mar,
los peces se quedaron huérfanos de nostalgias
cuando tus manos quisieron sujetar la brisa
que era el viento de mi rebeldía...
al fin, la sirena encontró el faro,
el faro donde mi agonía de sal
acababa con la luz y con la noche...
mujer pez entre mi vientre,
o era yo surcando el tuyo
que soñé que eras tu
sin ser casi yo...
los barcos que dejaron nuestros ojos
cayeron por el confín del mundo
y los recuperamos en la botella de cristal
donde las tormentas y los soles
nos sonríen cada día...
y las lunas....
cada noche...
adoro nuestra botella de cristal...
adoro nuestro barco en ella...
adoro cuando llamas izquierda a Babor
y derecha a Estribor
y cuando tiras el ancla
para asegurar tu mirada
a mi corazón.....
con palomas blancas al viento frente la Turquía de
los incomprendidos...
La cama de tu lecho se fijo un puerto
entre unas manos que sin querer fueron
las mías...y se llenaron las lágrimas
de vida....
Subí hasta las banderas ondeantes de tus ojos
arrasados,
y cante la canción,
la canción de un olvido anunciado.
la barca de madera cerrada y sucia de algas
llena mi pecho de olor a mar,
los peces se quedaron huérfanos de nostalgias
cuando tus manos quisieron sujetar la brisa
que era el viento de mi rebeldía...
al fin, la sirena encontró el faro,
el faro donde mi agonía de sal
acababa con la luz y con la noche...
mujer pez entre mi vientre,
o era yo surcando el tuyo
que soñé que eras tu
sin ser casi yo...
los barcos que dejaron nuestros ojos
cayeron por el confín del mundo
y los recuperamos en la botella de cristal
donde las tormentas y los soles
nos sonríen cada día...
y las lunas....
cada noche...
adoro nuestra botella de cristal...
adoro nuestro barco en ella...
adoro cuando llamas izquierda a Babor
y derecha a Estribor
y cuando tiras el ancla
para asegurar tu mirada
a mi corazón.....
En la paz de un puerto el amor es un refugio para el navegante.
ResponderEliminarBellos versos.
Un abrazo.
"El amor es un faro siempre en pie, que hace frente a las tempestades y nunca es derribado" William Shakespeare.
ResponderEliminarHermoso poema, Carlos. Te dejé una invitación en mi blog. Un beso con diamantes.
siempre que te leo siento una paz tan grande...
ResponderEliminarthanks por ello.
wooowwww ... plas, plas, plas, bravo... si llevara sombrero me lo quitaría. Eres un amor.
ResponderEliminarMil besos