...Negros los caballos de la tristeza...
oscura piel de marmol, sin brillo, desgarrada
y puta...
La desesperanza cabe en el hueco de mis manos...
la tristeza se llama con un nombre de tierra,
se alimenta de sombras, de alguna desilusión y de
tinieblas...
Se acaban los días azules, y las sonrisas,
la muerte llega con su silencio de piedra,
y se mueren hasta los vientos...
Me duele, me duele tanto que me sangra
hasta el cabello, se me cae una lágrima,
y se evapora sin llegar al suelo...ni mis mejillas la sienten
tan yerto, tan seco...
La belleza que amanecía contándome historias,
es hoy una vieja calavera llena de gusanos,
y carne putrefacta...
Los árboles donde anidaron una vez los pájaros,
son espectros en la niebla...y no se llaman ya
de forma alguna.
¿Quién puede salvar mi sensibilidad de este Averno?
Acaso no existe la suavidad tenue, la entrega absoluta,
sin desvíos...pura, como la sonrisa de un niño,
llena, sincera y sencilla...
Una vez ame a una Rosa, se llamaba como la brisa del Mar...
desaparecía con la madrugada
y me embriagaba con su aroma y su dulzura
cuando se ponía el sol...
Una vez, fui felíz...
es tan efímera la felicidad, tan esquiva...
Una vez quise amar...
Hoy quiero Amar...
oscura piel de marmol, sin brillo, desgarrada
y puta...
La desesperanza cabe en el hueco de mis manos...
la tristeza se llama con un nombre de tierra,
se alimenta de sombras, de alguna desilusión y de
tinieblas...
Se acaban los días azules, y las sonrisas,
la muerte llega con su silencio de piedra,
y se mueren hasta los vientos...
Me duele, me duele tanto que me sangra
hasta el cabello, se me cae una lágrima,
y se evapora sin llegar al suelo...ni mis mejillas la sienten
tan yerto, tan seco...
La belleza que amanecía contándome historias,
es hoy una vieja calavera llena de gusanos,
y carne putrefacta...
Los árboles donde anidaron una vez los pájaros,
son espectros en la niebla...y no se llaman ya
de forma alguna.
¿Quién puede salvar mi sensibilidad de este Averno?
Acaso no existe la suavidad tenue, la entrega absoluta,
sin desvíos...pura, como la sonrisa de un niño,
llena, sincera y sencilla...
Una vez ame a una Rosa, se llamaba como la brisa del Mar...
desaparecía con la madrugada
y me embriagaba con su aroma y su dulzura
cuando se ponía el sol...
Una vez, fui felíz...
es tan efímera la felicidad, tan esquiva...
Una vez quise amar...
Hoy quiero Amar...
Qué inmenso placer haber descubierto este espacio...estoy extasiada de belleza y sangre de mar.
ResponderEliminarTe estaré leyendo.
Besos poeta.
Eres tan apasionado, tan pero tan impetuoso en tus poemas, que llegas muy adentro,hoy me desgarras por dentro, y me llenas de una pena tremenda, el poema está muy logrado. Extraordinario.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
¡Ah, la desilusión! Maldita intrusa de sabor amargo que se te clava en el alma como una daga envenenada. Amigo, tenés todo lo que se necesita para amar. Arrancá la daga de tu alma y animáte a enamorarte otra vez.
ResponderEliminarUn beso con diamantes.
...Querida Lucy, yo me enamoro cada día, de mi chica, a veces me imagino que no esta para enamorarme aún más fuerte cuando sus bellos ojos vuelven y me desvisten el alma...mi corazón esta repleto amiga mía y su dueña ya és parte de mi vida...;)
ResponderEliminarEntonces me alegro inmensamente de que así sea, hombre afortunado. Un beso para ti.
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