Ruinas de Pompeya (por Sangre)
Alimento mi sueño de silencios..
en las ruinas de un secreto olvidado,
Te echo de menos en mi tristeza de
ausencias....
Ebrio de noches, sombra del día...
arboles muertos, de invierno,
el frio me hiela la ilusión..
y tu te estremeces en mis manos,
como un rayo de luz que se muere
tibio, sin todo lo que le hizo ser fuente,
el lobo en mi desfallece, se queda quieto..
quieto de muerte de fin de ansias.
y otra vez tu mirada languidece entre espadas,
se desboca lúgubre como un candíl sin fondo..
Si te quito la manta de mis brazos...
¿por qué tiemblas mariposa?
porqué te adivino en tus silencios
y en tus palabras que apenas de ti
dicen nada...
porque tus labios azules, se llenan
de recuerdos, y tiembla hasta tu alma...
Pajaro de nieve, en mis fauces de lobo
hambriento...
te queman mis besos callados, y
te cubro con mi mirada, como el Mar
cubre al alba...gotas de silencio...
quiero tus pechos ansiosos, entre
mis dedos, en mi boca de siglos,
de amante imperfecto...de cuerpo sin
huella...de dios sin reino...
¡Alto al cielo, espera vida!...
mis rodillas de sangre, quieren ser
alas, quieren ser miedo
en tu boca callada,
y sin querer..
la esperanza del Azul que llega,
y te viste llena de sonrisas nuevas...
que viertes en mi...
Hoy Dios me visita,
hoy...creo en Ti.....
Miudiño, excelente, las dos primeras estrofas trasladan una increible ternura, desde la calma,
ResponderEliminarPara luego seguir con una sensación de pasión inquieta que me atrapa.
Cielo, muchas gracias por compartir y darnos la posibilidad de sentir asi. Miles de besos.
:D Que hermoso!!
ResponderEliminarBesos
gracias a las dos chicas...un abrazo fuerte..Carlos
ResponderEliminarvuelvo a leerte una y otra vez, me estremecen tus palabras y embellecen mi alma .
ResponderEliminarsirena
Precioso, Carlos... creo que hacer el amor, al igual que amar... ha de ser algo así. Una lucha constante de conquistas (el mundo entero de pronto de pié frente a tí) y desatres. Preciosas flores imposibles que crecen sobre las ruinas de nosotros mismo, quizás...
ResponderEliminarUn saludín desde tu cálida casa.
Gracias Sirena, y Amanda gracias...por sentir, y por apreciar tu Amanda con leve sensibilidad de poeta que atesoras...lo que busco, de forma tan certera.
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